martes, mayo 12, 2009

Tráfico




Aunque la foto invite a muchos debates, sobre el transporte público en nuestra ciudad, densa, desordenada, apurada y muchas veces hostíl, la verdad no pensé en eso cuando quise publicarla, ese tópico será tocado en otra ocasión.
La gente de la foto no solo se ve estresada, sino también perdida, hay días en los que uno despierta así, sin saber a donde ir, que carro tomar, cual será la mejor ruta, perdidos, luego de una retahíla de malos sueños, en tan pocas horas, las ganas que te sacan de la cama, no son el deber, no siempre, en algunas ocasiones es solo la inercia, pestañear una y otra vez hasta que el último sueño es descolgado de nuestra tele interior, en vano creemos que sus imágenes se irán para dejar paso a un nuevo día, muchas veces se quedan y su intermitencia nos agobia.

Crees haber llegado y por fin descansar pero las cosas no pintan bién, sientes la espiral, y estás dentro, cayendo; la moneda que me dieron en la mañana es falsa y recién lo veo ahora, maldita sea.

La noche y sus incesantes ganas de hacértelo todo más difícil, el sillón de la sala iluminado escasamente por las farolas de la calle, haciéndote ver mas lastimero, el sueño cobarde que le teme a tus demonios personales huye, y te encuentras desolado, observando la moneda a la luz naranja de fuera, que bién vendría el amanecer lleno de promesas, quizá no se cumplan, pero son promesas al fin y al cabo, igual ilusionan.

Y tu duermes, inundando el cuarto de sosiego, ellos duermen allá afuera, en sus casas, todos duermen, menos tu, la noche infernal ha sido reservada solo para ti.