lunes, enero 21, 2008

Mi llamada


Caminaba en estas calles, sobre este asfalto frío lleno de hielo, buscaba un ícono de teléfono, eso es universal pensé, un maldito lugar desde donde poder hacer una llamada al otro lado del mundo, y seguí caminando, con los dedos de los pies entumecidos y el corazón en constante sobresalto, llegué; un locutorio algo oscuro y a la cabeza una chica de apariencia árabe me recibió, este no es un lugar de habla inglesa, pero supongo que me entenderán mejor que con el castellano, asi que prosigo, pido una cabina para usar el fono y me dirije a una ,entendió felizmente.

Respiro hondo, el corazón sube y baja en mi cuerpo, el tono de llamada clásico y la espera de las timbradas, su voz, su voz, ese hola gélido y no espero nada más disparadas de mi boca salen sin pensar frases que nunca dije, meses de silencio, mi extravío en aquel mercado extraño, que fue el inicio de mi caída, el robo de mis papeles y el poco dinero que aún poseía, las noches deambulando por los botes de basura buscando comida, con tristeza pude sentir como colgaba el auricular, pero yo seguí, entre lágrimas de desaliento la vida se me iba lentamente esta voz que gritaba se fue apagando, hasta convertirse en un ruido inaudible, un sonido sordo, las manos ya no me dolían, media hora después yo todavía seguía con el teléfono en la mano junto a la oreja, como si esperara, como si dudara, que al otro lado nadie oía lo que tenía que decir, fui callando y casi en un susurro le dije que a pesar de todo lo amaba, a pesar de haberse ido, a pesar de mis noches en aquel bar de mala muerte, a pesar de mi cuerpo usado, de mis murmullos ahogados en vodka, de mis desvarios, de mi soledad inmune a los besos, de este corazón frágil que se desmoronaba ante su ausencia, de mi cabeza loca que no podía dejar de sentir, a pesar de todo eso lo amaba, pero el ya no estaba ahí para escucharlo, solo un molestoso ruido intermitente de una llamada que había sido la más esperada en meses, el primer puñado de monedas que lograba separar para oírlo, pero ya nada importaba, solo este vacío inmenso y la vuelta a mi realidad como un golpe en las entrañas dejándome sin aire en los pulmones, arreglé la chaqueta robada a un tipo que se quedó dormido en el tren, pagué y salí.

jueves, enero 10, 2008

Mi Universo Paralelo


Esta casa se hace tan grande y profunda como este pasaje en el bosque encantado, antes viví por mi cuenta, pero nunca sola del todo, sabía que mi compañera llegaría aunque fuese al día siguiente, en cambio ahora todo es para mí, tan vacío y frío, miro por la ventana, hay gatos fuera, me devuelven brillantes miradas por la noche, las cosas pierden su razón de ser y el tiempo pasa sin darme cuenta o bién se queda estático por horas, no lo sé, hoy encendí la estufa y el brillo del fuego me traía recuerdos a colores, imágenes de mi en otros tiempos, imágenes de él con esa sonrisa que me derrite, voces en la lejanía, ya no llegan los ruidos de la calle, solo el crepitar del fuego dentro de la chimenea lamiendo con especial gozo los trozos de carbón, transformándolos en masas incandescentes , el movimiento de las llamas me hipnotiza, otra noche en este universo paralelo alejada del tiempo dónde todo flota alrededor, sin gravedad floto yo también, envuelta en sueños, deseando tus brazos...