martes, abril 08, 2008

Super X, Cosita y el tragamonedas

Planeábamos salir del hotel, con rumbo desconocido, deseábamos ir al centro de la ciudad y conocer, ya habíamos paseado un poco, pero claro en unos días no se puede terminar de ver un lugar y creo que aunque tengas mucho tiempo, no lo logras.

Pasamos por la piscina, y deseaba acercarme, como aquella primera noche lo recuerdas?, pero esta vez era otro el destino, en busca de aventuras salimos, estában como siempre los reyes del camino, apostados a la puerta para cazar, y lo hicieron, montados en su vehículo con la cara al viento, sostenía su mano, que alegría sentía de poder pasar todas esas cosas con el, mi cabello revoloteaba como mariposas desatadas en primavera, y mi piel en contacto con la suya, agradecía la brisa dulce que soplaba, haciendo estremecer mi cuerpo, acercándome más y más a el, si era posible acercarnos mas de lo que ya estábamos.

La noche empezába y yo disfrutaba de la vista de la ciudad, miraba en todas direcciones, todo me llenaba, quería que mi mente se inunde con las imágenes, con los olores, con su presencia, y lo conseguí (varios meses después de ese día, tengo todo grabado aquí y puedo evocarlo)

Llegamos, feliz bajé, caminamos por muchos lugares, lo curioso era que a dónde íbamos la gente era feliz, siempre sonreía, eso me encanta, y de pronto pasamos por un casino, habían muchos, y le dije que tenía ganas de entrar, solo un par de veces había entrado antes y en realidad no sabía muy bien como iba, y el tampoco, lo aprendimos juntos, cambiamos monedas y escogí una maquinita, jajaja me sentía mismo ocean's eleven, que emoción, lo único malo era el olor penetrante del tabaco, pero lo pasamos por alto, lo importante era disfrutar, la primera moneda pasó por la hendidura y el botón hizo girar las fresas, los limones y la palabrita BAR.
Las moneditas entraban pero no salía ninguna con más amigas, no perdíamos el entusiasmo, al ratito, empezó, sacamos algo, nos mirámos y dijimos a la vez un poco mas, luego nos volvimos a mirar y le dije, podemos meter unas monedas más, luego nos vamos, pasó un rato, salieron ruidosas para invitarnos a apostar todo y perder, pero ah ah, no sabían con quienes trataban, cogimos lo que teníamos y salimos a comprar, los helados podían mas que un puñado de monedas.

Con el sabor del helado terminando de derretirse en nuestras bocas, subimos a la calabaza que ruge, a toda velocidad dije en mi mente, quiero que me abrace fuerte...

7 comentarios:

Anónimo dijo...




Yo recuerdo perder muchas monedas en unos casinos acompanhada de ese alguien que me llenaba de abrazos..

A veces hay sensaciones que no se olvidan..


Rolando Escaró dijo...

que bellos recuerdos atesoras cinder, imagina todo lo que les falta por vivir y compartir

JUANAN URKIJO dijo...

Se ve por el pulso de tu letra que lo pasaste la mar de bien. Y por la canción que has elegido, bien alegre...

Besos, Cinder.

Dinorider d'Andoandor dijo...

bonita canción





siempre hay algo que contar
lo que a veces falta es tiempo

hpereyraf dijo...

Siempre tuve suerte en los casinos ... yo recuperaba todo lo q mi ex perdia jajaja ... pero en realidad era toda una perdida de tiempo ... tantas viejitas angustiadas al rededor ... tanto loser

Julius Contreras dijo...

Es lo más cuerdo: parar en un casino, apostar algunas monedas y luego, con lo ganado, disfrutar de la compañía. Eso es tener ganas de arriesgar y desprendimiento frente a lo ganado. Abrazos.

Amorexia. dijo...

Jugar!? no la verdad ese no es el centro dfe la historia, que bien por lo demas entonces.

Saludos amiga desde mi extraño país.