miércoles, mayo 10, 2006

Buchito

Así es cómo cariñosamente nombro a mi pequeño, en realidad fue él quién le puso así cuándo recién me lo trajo hace varios años ya, aún recuerdo la 1 era noche que llegó, temeroso estaba pegado a nuestras piernas, no se decidía a olfatear la casa, pero teníamos que hacer las presentaciones que en situaciones tales son obligatorias, un miembro más en la familia; llamé a mi padre que acababa de despertar de una siesta de dos horas, con la cabeza un poco despeinada salió del cuarto y se dió cara a cara con unos ojos imponentes, esos ojos color nuez debajo de esas cejas color fuego, él empezó a ladrar no se calmaba, el ruido repentino de la puerta de la habitación lo había alterado, mi papá hizo un intento por parar tal concierto y le dió un pan francés, el comenzó a comérselo feliz, pero bastaba con que mi papá se moviera para que el diera inicio al solo de ladridos, yo sonreía un poco, El sujetaba mi mano, no estaba muy seguro q a mi padre le haya gustado mucho el regalo que me dió, pero yo lo miraba cómo diciéndole no pasa nada...tranquilo.

Mi papá se excusó y dijo q iría a comprar el desayuno para mañana, el pequeño se había acabado los panes.

Una vez solos los tres nos miramos, el parecía entender q fue exagerado su comportamiento, pero yo comprendía también q el estaba asustado, en una casa nueva, y con gente extraña, sólo conocía a mi esposo, q en esa época no lo era aún, y a mi; nos reimos y nos relajamos, mi papá regresó y su reciente amigo ya no hizo tanto escándalo, el se recostó junto al mueble dónde nosotros estábamos y se durmió, nosotros vimos un poco d tele y luego él se despidió con un beso, mañana volvería a verme me dijo, era febrero y hacía calor por la noche.

Yo miré a bichitos y le dije al oído q sería muy feliz, le dí un beso en su cabecita peluda y me fuí a dormir.

Al despertar para el famosoo desayuno, mi mamá, mi hermana, mi padre y yo, nos sentamos a la mesa con nuestras tazas humeantes de café con leche, y una gran cantidad de panes jajaja, para poder controlar al pequeño, pero algo faltaba...papá le pregunté: ¿con qué comeremos el pan?, esa pregunta pareció suspenderse en el aire, mientras él miraba a todos lados esperando una respuesta, al ver el mutis total, dijo resuelto: Con queso!, lo dejé en la mesa, la mesa estaba vacía y le dije q seguro se había equivocado, en la refri era más seguro q estuviera, pero intuitivamente miré debajo de la mesa ya q el invitado estaba callado, casi en sigilo, podría asegurar q estaba aguantando la respiración para no hacer ruido! y pude distinguir al lado de una de sus patitas, una bolsa de color rosa con vestigios de haber contenido 1/4 kg de delicioso queso fresco, se lo comió todito, yo pensé ahora si q firmó su sentencia y me puse nerviosa, pero al girarme y ver a mi padre el miraba a buchito con mirada cómplice y empezó a reir... ahora ya sabemos que es lo que más le gusta, inmediatamente todos reimos y bichito comprendió q lo suyo fue una travesura muy graciosa.

Hoy casi seis años después sigue siendo su plato favorito

Para tí, que aunque lejos de mí estás presente siempre.

3 comentarios:

Rolando Escaró dijo...

jajaja que tal buchito! seguro que también te extraña. ¿ves lo afortunada que eres querida cinder? con tantos recuerdos bonitos y hasta un buchito que te espera, creo que no hay otivo para ponerse triste, ánimo, que ya regresarás pronto con ellos

foton dijo...

Que tierna historia.
Siempre he querido tener un perrito.Pero no se me ha dado la posibilidad.
Solo tengo un gatito.Y que por suerte come solo comida para gatos...jaja.Asi es que no me "roba" el queso..jaja.
Un saludo.

Cinder dijo...

gracias digler,tengo lindos recuerdos por eso es q los extraño tanto, pero todo esto pasará pronto.
foton, la experiencia de tener un perrito es maravilloso aunque sea un roba queso jajaja.