Aprendí a nadar en sus aguas y a capturar peces, era un lugar soleado la mayor parte del año, dormía con el aroma a sal entrando por mi ventana, con el caminar de los cangrejos en las rocas del muelle casi los puedo escuchar.
Habían días en los q no quería moverme, solo salir y tirarme sobre la arena y lo hacía.
Pasában los años y personas llegaban, conocí gente muy rara, gente que escapaba(al menos eso pensaba), que nunca sonreía; pero ella permanecía igual, celeste e inalterable siempre invitándome a nadar.
Mi padre se perdió entre sus cabellos hace mucho y no regresó, lo envolvieron las algas y se enamoró del coral; supongo q es feliz por allá. A veces siento q me observa, cuando sale a la superficie a respirar, claro por q todavía respira oxígeno del aire!.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario