martes, diciembre 16, 2008

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Como puedo evitar que la noche se cuele en la habitación?, las horas pasan y las luces artificiales hacen su entrada, obligándome a aguzar la vista, pronto los ojos enrojecidos por el esfuerzo vislumbran sombras, sé que debería pararme y encender la luz, pero algo me ata a la cama, las cosas siguen al rededor en su marcha frenética, incansable, pasan a mi lado y nadie nota mi presencia, la bombilla de luz ahorradora ilumina mi cara, una cara extraviada, mis pupilas no reaccionan, sigo sumergida entre las sábanas, oigo los pasos ir y venir en la habitación contigua, respiraciones y latidos, el bombeo de la sangre en sus venas, nadie lo nota supongo, la luz volvió a apagarse, aún no puedo dormir. La oscuridad es total coloco mis manos frente a mis ojos, o eso creo, un frio helado se desprende de ellas, si son mis manos, desde aquel día no volvieron a calentarse.
Las horas como figuras demoníacas bailan frente a mis ojos, contándome como el sueño me ha abandonado, malditas les susurro en voz baja, ellas juegan hasta que el primer rayo de luz las derrite, devolviéndome a la realidad de otro día, no me recupero del todo, pero es hora de poner los pies en la tierra, echar un poco de agua en este rostro, hacerlo real.
Volverán lo sé, de puntillas...la oscuridad, las horas danzarinas, menos el sueño.

sábado, diciembre 06, 2008