Ansiedad

De camino al trabajo por una emergencia, en medio de esta emergencia que nos tocó vivirá todos, voy a salvarle la vida a una criaturita ¡muy querida por su familia!. Pero escribo rápido para ver si de esta forma puedo superar este problema, sufro de ataques de ansiedad y hace varios meses que no padezco uno, y eso me hace feliz, y con toda esta coyuntura es duro pasarlo, no he ido al trabajo en meses y por un lado eso me causa mucho estrés y a la vez me alivia el hecho de no tener que tomar el tren, pero hoy debía hacerlo y la verdad es que es terrible, desearía que fuera más poético, como esos suicidios que la gente ve en las novelas, donde la gente se quita la vida y no hay secreciones saliendo del cuerpo, o si cae de un edificio, siempre de la forma más artística, la verdad no es así, mueres y ¡todo sale! Caes de un edificio y tú cráneo explota contra el concreto, pues lo que vivo no es estéticamente hermoso, esos ataques de ansiedad en la tele, con una ligera respiración acelerada.... ¡Ja! Nada más lejos de la realidad... Sudores las manos se mueven aunque encarecidamente les pido que no lo hagan, debo reescribir una y otra vez porque ellas no me dejan, el oxígeno me falta, llevo mascarilla, careta, como medio de protección y estoy a punto de gritar a todo pulmón y quitarme todo, estoy en un rincón del asiento, los demás me miran o al menos eso siento, quisiera que este paseo infernal termine. Pero faltan aún unos minutos más, ¡voy tarde! Bueno aún no, pero dentro de un rato será oficial y estoy agobiada, no deseo pasar por esto otra vez, la pregunta y ¿cómo regreso ahora? Caminando me grita mi cerebro, no puedo, debo llegar a tiempo, tengo cosas que cumplir, y bueno esa es otra historia que contaré en algún momento, cuando mi cerebro lo acepte del todo. Ya voy cerca, bajaré y respiraré una bocanada de aire frío, ya llegó y pensar que ese aire es tan terrible ahora, con tanta gente enferma, y desearía que todo fuera parte de una mala peli de zombies, pero es real, nuestra realidad.