Camina en sus tres patas, huzmeando lo q hay en la basura, sin dejar q se le escape un sólo grillo, las verduras y los otros desperdicios del chifa del frente entán buenos él no es exigente, hoy se encontró por primera vez con un kión, q sabor tan raro, un poco picante, pero bueno morfa es morfa; anda por las calles, pensando en aquel día q ya es borroso en su mente, en el q tuvo un techo, siempre intenta recordarlo, si deja de hacerlo se le olvidará cómo todo lo demás, y comenzará a sentir dolor; hoy el amor es imposible para él, lo ve escrito con jugo de naranja rancía en la vereda helada, una buena cena no está tan lejana!.
Camina dando graciosos saltos y tiene la mirada rota.
Descansa junto al poste, saboreando otro grillo q insensato se cruzó por su camino.
8 comentarios:
Ojala no se olvide de su hogar; espero que conserve la memoria.... Saludos
su hogar debe ser ahora como un sueño que a veces parece irreal
y tan lejano...
...de grillo en grillo, evitando el dolor. Qué bonito post!
cin:me ha encantado tu blog!!!!!!!!!!!
volvere por aqui...preciosas fotos
desde el sur.....te visitamos
brissitassssssssssssssssss
Al parecer no le importa mucho los sabores como esos recuerdos tambaleantes.
Perder recuerdos siempre resulta doloroso y mucho mas la incertidumbre de no saber qué se ha perdido.
Lo mismo me pasó cuando de niño mordí un kion creyendo que era una papa más de la sopa. plop!
eso de morder un kión es terrible, agrr...
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